Javier Moniño
Referencias y guiños de la serie del cazarrecompensas más querido de la saga original
La lealtad, la pérdida traumática del padre, el resurgimiento, el camino al poder y la estrategia para convertirse en un líder son algunos de los grandes asuntos de El libro de Boba Fett
Superado el quinto capítulo de El libro de Boba Fett y a la espera de la traca final creo que es un buen momento para dejaros una reflexión sobre cinco temas importantes que se tratan en esta serie y que creo que merecen un análisis. En el podcast de Fase 24 los analizaremos más a fondo llegado el momento pero me apetece dejar por aquí algunas pinceladas y animaros a comentarlo aquí en el blog o en nuestra cuenta de Twitter @Fase_24.
Creo que es evidente que habrá ‘spoilers’ en este artículo así que si no has visto al menos hasta el quinto capítulo te recomiendo que, de momento, no sigas leyendo.
Comenzamos, paso a paso, por los cinco grandes temas que vemos en esta serie de Star Wars.
El resurgimiento del héroe
Literalmente vemos casi resucitar a Boba Fett al inicio de la serie. Los aficionados que no habían seguido la trayectoria del personaje en los cómics necesitaban una explicación de por qué este cazarrecompensas había aparecido en la serie de El Mandaloriano si, siguiendo la lógica de las obras audiovisuales, debió fallecer al ser devorado por un Sarlacc en el Episodio VI. El retorno del Jedi.
Ya en la segunda temporada de la serie de Din Djarin nos dieron una pincelada de lo que podría ser salir de una bestia de grandes dimensiones cuando entró por la boca del dragón krayt y salió volando tras dejarle dentro un buen montón de explosivos. De hecho, no es la primera vez que vemos que un animal de dimensiones colosales se traga a algo o a alguien en Star Wars y que éste consigue salir. El mismísimo Halcón Milenario se vio en el interior de una bestia descomunal al tratar de escapar de unos cazas imperiales dentro de un campo de asteroides.
A partir de ese ‘resurgimiento’ vemos un Boba Fett nuevo, que deja atrás al cazarrecompensas para, primero ganarse el respeto y su lugar dentro de una tribu de tusken, y después hacerse con el trono de Jabba. En este punto contemplamos un tema recurrente en la historia de los héroes cuando todos les dan por muertos pero vuelven para reclamar su posición, normalmente buscando venganza. Lo vimos con ‘Gladiator’ y ese Máximo que debía ser ejecutado tras la muerte de Marco Aurelio en Germania pero que logró escapar. Todos le dieron por muerto pero encontró las fuerzas y la ayuda necesaria para sobrevivir y trazó su camino para vengar a su esposa e hijo asesinados.
Esa ‘muerte’ siempre supone una ventaja para el que la sufre pues aleja las miradas de sus enemigos durante el tiempo necesario para hacerse fuerte de nuevo y dar la cara en el momento preciso. Perdonen el salto de categoría pero lo hemos visto también en El Rey León. Ese pequeño Simba que huye entre las zarzas fuera del alcance de las hienas, que prefieren darlo por muerto pero que volverá cuando se haga mayor para vengar a su padre, Mufasa.
Boba Fett vuelve de la ‘muerte’ y aprovecha esa ventaja para pasar desapercibido entre los tusken, aprender nuevas formas de combate, plantearse su propia existencia y negarse a estar de nuevo a las órdenes del tipo de gente que contrata a cazarrecompensas.
La añoranza del padre perdido
Llegamos a mi tema favorito de la serie y, seguramente, a uno de los que mejor definen al personaje de Boba Fett y más lo conecta con los fans de Star Wars. Uno de los grandes aciertos de las películas I, II y III fue introducir al personaje de Jango Fett y dotarlo de un ‘lore’ que conectara de una forma tan original con el personaje de la saga original, su hijo Boba Fett.
Siempre ha sido un misterio por qué Jango realizó esa petición tan especial a los clonadores de tener una copia exacta sin la modificación genética para envejecer más rápido y para ser más sumiso a las órdenes de los superiores. Es un misterio que un cazarrecompensas, con una vida tan complicada, tuviera ese instinto paternal pero el caso es que existió y que el vínculo creado con su su hijo era muy poderoso.
La muerte de su padre, decapitado por el sable láser del poderoso jedi Mace Windu fue una tragedia para el pobre Boba, que protagonizó una de las imágenes más poderosas de todo el universo Star Wars al coger el casco de su padre (en teoría con su cabeza todavía dentro). Esa herida permanece en el interior de un Boba Fett ya maduro que en sueños todavía recuerda a su padre y lo tiene presente. Una pérdida tan traumática de una figura paterna tan poderosa no podía pasar sin dejar señales y buena parte de su existencia es casi una carrera por continuar el legado de Jango: misma armadura, misma nave y mismo oficio.
La lealtad
En el mundo de los cazarrecompensas no parece demasiado habitual encontrar aliados permanentes. Uno puede verse en la situación forzosa de unirse a alguien para salir de una situación de peligro pero lo normal es separar los caminos llegado el momento o, peor aún, verse traicionado si no sabes cuidar tus espaldas.
Por eso, la extraña pareja que forman Boba Fett y Fennec Shand funciona de maravilla. Sería imposible que unos años antes estos personajes se hubieran aliado, más bien todo lo contrario. Estaban condenados a enfrentarse llegado el momento si es que competían por un objetivo. Pero la situación ha cambiado. Boba Fett ha cambiado. Salva la vida a Fennec y establece un vínculo que marca a la maestra asesina. Ella se sorprende a sí misma teniendo su deuda saldada y no sintiendo la necesidad de separar su camino de su nuevo compañero.
Es un equipo perfecto e implacable. Ya por separado son dos personajes temibles para cualquier enemigo y unidos forman una pareja curiosa y poderosa. La lealtad entre ambos se convierte en uno de los grandes temas de esta serie al crear un lazo entre dos personajes que siempre habían ido por separado. Es casi inabarcable el número de referencias que podríamos encontrar en la historia del cine o de las series de parejas forzosas que terminan haciéndose inseparables pero a mí me gusta especialmente la que formaron Tango y Cash en aquella inolvidable película que unía a dos policías de estilos completamente diferentes que terminan convirtiéndose en hermanos de sangre tras caer en la trampa de un poderoso mafioso.
¿Líder temido o líder respetado?
Una de las disyuntivas que se le presentan a Boba Fett cuando quiere hacerse con el poder del trono de Jabba es cómo ejercer ese liderazgo. A menudo se le incita a utilizar la violencia para infundir el miedo y así lograr el respeto que le asegure su posición.
Nicolás de Maquiavelo (1469-1527) en su obra inmortal ‘El príncipe’ señalaba que un líder debe aspirar a ser amado y temido al mismo tiempo pero que si debe elegir siempre es mejor lo segundo aunque advierte que el príncipe debe cuidarse de no ser tan temido hasta el extremo de generar odio entre sus súbditos.
Los guionistas de la serie han optado por un Boba Fett más cercano a las tesis de Sun Tzu (544-496 a.C.) en las que asegura que un buen líder debe atesorar valores como la humildad o la inteligencia aunque también incide en la importancia de ser severo cuando se requiera.
Boba Fett dice a menudo que quiere ser respetado antes que ser temido y así se muestra en diversos momentos ante la sorpresa de sus leales pero también de sus enemigos. En ocasiones, esta actitud le sale bien pues le sirve para ganar aliados pero también resalta una posición de debilidad, tal y como le advierte en ocasiones Fennec Shand, que le sitúa como un objetivo a ojos de sus enemigos o de aquellos que aspiran a su trono.
La mafia en el universo Star Wars
Y terminamos con otro tema que no es nuevo en Star Wars y que es una parte fundamental de la trama de esta serie. El libro de Boba Fett es una lucha de poder, el camino de un personaje muy querido por los fans de esta galaxia para convertirse en uno de los ‘jefes’ del planeta. Ocupar el lugar de alguien tan poderoso como Jabba no es sencillo y Boba elige su propio estilo para conseguirlo. Primero rechaza la tradición de pasear por las calles en litera como muestra de poder y después trata de hacerse respetar por el resto de clanes para que entiendan que el lugar de Jabba está ocupado y que no piensa ceder su terreno.
Estas reuniones de ‘mafiosos’ que vemos en la serie y el juego de lealtades y traiciones así como la distancia neutral que eligen las ‘familias’ que no están guerra nos llevan a muchas otras obras pero inevitablemente tenemos que hablar de El Padrino, trilogía a la que hay múltiples guiños y referencias durante la serie. Si nos fijamos en la resolución habitual de este tipo de conflictos y el camino que ha tomado la serie en los primeros cinco capítulos parece que vamos directos a una guerra abierta en el final de la serie. Quién tomará partido en cada bando y el resultado final en el momento de escribir estas líneas es un misterio pero sería impensable que esta serie, que nos lleva desde el resurgimiento de un antihéroe al que todos daban por muerto hasta el trono de Jabba, no acabe con un conflicto épico en el que todo puede suceder.
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